Distancia Total: 11,9 km.
Desnivel acumulado subiendo: 713 m.
Tiempo empleado con paradas: 4 h. y 56 min.
Hoy tocaba una marcha no muy lejos de casa, ya que mañana tenemos una bonita marcha en Pirineos con sus correspondientes horas de viaje.
Una mañana de perros la que hemos tenido hoy, con la niebla que no se ha quitado en ningún momento y encima el viento que soplaba arriba y te dejaba la cara cortadita. Total, que hoy hemos salido a pasar frío: Juan Carlos, Coro, Cabero, Mayte, Jorge, Carlos, Jesús, Ernesto, Valen, Javi y Enrique.
Salimos desde la plaza de Navas de Bureba, donde hemos aparcado los coches. Una vez que nos hemos enfundado toda la parafernalia que conlleva para un día de perros como el de hoy, iniciamos la marcha.
A lo dicho, son las 8,45 h cuando empezamos a mover los esqueletos en dirección a la iglesia de la Asunción, para meternos por la derecha de la misma.
A lo dicho, son las 8,45 h cuando empezamos a mover los esqueletos en dirección a la iglesia de la Asunción, para meternos por la derecha de la misma.
Al principio es asfalto pero enseguida se convierte en pista. Al poco llegamos a un cruce de pistas, nosotros iremos hacia la izquierda y dejaremos la de la derecha para retornar por ella en la bajada.
Y pronto la pista da paso a una bonita y entretenida senda que pasando por algún tramo de roca nos llevará hasta el portillo El Hoyo de la Sierra, donde se encuentra el Alto de Navas. El recorrido está marcado con pequeños postes blancos y amarillos de PRC-BU 218
Ya tenemos a la vista el buzón del Alto de Navas.
Foto de rigor y continuamos la marcha por el cresterío en busca del Pico Ventanas. Ahora por aquí arriba sopla un aire serrano que pa qué.
Ya llegamos a la roca donde está situado el buzón. Trepamos un poquito y nos hacemos con él.
Destrepamos, nos reagrupamos y continuamos la marcha en busca del Pan Perdido y nunca mejor dicho, no se ve nadaaaaaaaa.
Ahora continuaremos por un pequeño sendero que evita la cresta por la vertiente de la Bureba.
Luego se traspone la cresta y hay que descender hasta las primeras
hayas, donde se toma una senda por el hayedo. Más
adelante se sube de nuevo hacia la cresta pero sin llegar a ella y llegamos a una ventana en la roca.
Descendemos un poco y tras rebasar un espinazo rocoso se
sale a una zona despejada de la cresta. A partir de
aquí el camino es muy fácil ya hasta la cumbre del Pan Perdido, eso sí seguimos sin ver nada.
Ya le tenemos a la vista el Pan Perdido.
Hora de reponer fuerzas, cada uno a picar de lo suyo y un poco de lo de todos, compañerismo que se llama.
Bueno, después de este pequeño lunch, descendemos en dirección al Portillo de las Cabras (1132 m).
Pasado el portillo tendremos que contornear la cresta por el norte para acceder a un collado al norte
del Castillo de Petralata. Hay senda y es mejor seguir la que va pegada
a la roca (bastante empinada).
Una vez en el collado subimos por una especie de vira que accede a la cresta, a la izquierda de
la cumbre. Luego viene un tramo de cresta breve, pero muy aéreo, que se
puede evitar por una canal a la izquierda que accede a la grieta que
separa las dos rocas que conforman la cumbre del Castillo de Petralata.
Y en la roca de la derecha tenemos el buzón del Castillo de Petralata.
Alguno que se quedaba fuera de la foto, este Valen..............
Después de las correspondientes fotos retrocedemos nuevamente hasta el collado, y ahora descendemos con cuidado al hombro
herboso y de allí seguimos la senda de la derecha que mantiene la
altura y llega a un circo rocoso donde se abren varias oquedades que
horadan la cresta.
Hay que ascender hacia la izquierda donde queda un
arco rocoso un poco escondido por el que pasamos al otro lado. Y ya por la
vertiente de La Bureba se puede avanzar sin problemas hasta la cumbre
del pico Custodio.
Y llegamos a la cumbre del Pico Custodio.
Pico Custodio (1218 m)
Poco tiempo para las fotos, que sopla el viento, y comenzamos el descenso hacia Navas de Bureba retrocediendo un poco y bajando por la pedrera en busca de trazas de senda hasta enlazar con la senda que baja del Portillo de las Cabras, tramo corto pero delicado, donde hay que echar las manos en algún momento, y en el que hay que ir con todo los sentidos para no resbalar.
Y de ahí al llegar a los sembrados, seguimos hacia la derecha las sendas al pie de la sierra hasta alcanzar la pista que baja a Navas.
A buen ritmo llegamos a Navas de Bureba sobre las 13,40 h.
Miramos hacia atrás y continúa la niebla en todo su esplendor, en fin qué le vamos hacer, hoy no era el día para las vistas.
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